Caridad



Mi orgullo es servir

Los apóstoles se indignaron con Juan y Santiago cuando estos pidieron a Jesús los primeros puestos en el reino. El Señor les dice que el que quiera ser el primero que sea el servidor de todos. “Mi orgullo es servir”, repetía san Josemaría. Una vida al margen del servicio es una vida inútil. Las aplicaciones son muchas, pero la mejor es la que sabe servir elevando el nivel espiritual de los demás.




Valor de la sonrisa

María lleva alegría a Isabel. Paradigma de todo aquel que porta a Cristo en su interior: sembrará paz y alegría. ¿Comprendemos el valor de un simple saludo, de una sonrisa? Darlo, aunque no seamos correspondidos. Llevaremos el aire de aquella que es “Nuestra Señora de la alegría”.



La estimación y la caridad

Luego de lavar los pies a sus discípulos, Jesús les dice que deben amarse unos a otros como Él nos ha amado. Necesitamos el amor divino para cumplir el precepto de la caridad. Pero podemos ejercitarnos, de acuerdo a la enseñanza de santo Tomás, con la “estimación”, es decir, con la actitud de fijarnos ante todo en las cosas buenas de nuestros prójimos –y no en las malas.