Apostolado: Buen Pastor
De las diversas representaciones históricas de Jesús, la del Buen Pastor resulta particularmente entrañable. Nos recuerda la intrínseca relación entre vocación y misión. Estamos llamados a hacer que Él sea conocido y amado en otros muchos corazones. Dar de lo que nos hemos llenado.
Celo por salvar almas
¿Entendería Pedro a Jesús cuando le dijo “de ahora en adelante serás pescador de hombres”? ¿Qué significa pescar hombres? Liberarlos del “monstruo del mar”, del Leviatán que devora y produce la muerte eterna. El que salva un alma tiene la suya asegurada. Reconsiderar una vez más la importancia de una tarea que se proyecta en la eternidad.
Todos juntos
Jesús nos explica el Reino de los Cielos: “Érase un Rey…”, que deseando llenar el banquete de bodas de su Hijo, envió a sus siervos. Nosotros somos de esos siervos; nuestra vocación es misión. ¿Nos duele la tristísima situación de pecado de los hombres? Que vayamos todos juntos al Banquete del reino.