Del amor de Cristo me separa el pecado
¿Qué me separará del amor de Cristo?, pregunta san Pablo. Sabemos que nada… excepto el pecado. Existe en el mundo, en los demás, pero también en mí. Debo reconocerlo, ubicándome en la verdad y reconociéndolo humildemente en el sacramento de la confesión. Revisar si tenemos ahí la actitud de verdadera contrición, o se convierte en un formalismo, en un desahogo o en el oscurecimiento de Aquel a quien ofendimos.