Esperanza



Caminante con paso ligero

Somos romeros, peregrinos. Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir. Andar a la meta con paso ligero, sin anclarnos en ninguna de las vanidades que nos presenta el mundo. Tenemos para ello la virtud de la esperanza: Spes non fallitur, y hemos de estar atentos contra tres fallas de la esperanza: el miedo, la duda y la inquietud.



Esperanza, confianza, optimismo

Jesús deja su testamento en la oración de Getsemaní. Jesús anuncia estrecheces a los suyos, pero los llena de esperanza. Saber movernos con soltura en el ámbito de las virtudes teologales. Hoy meditamos la esperanza, que nos da unos nuevos paradigmas, como si nos hubieran cambiado las variables de nuestro sistema. ¿Hemos aprendido a hacerlo?



Esperanza fundada en Jesús

El capítulo 17 de san Juan representa una cúspide en la Revelación. Nos refiere el diálogo entre Jesús y su Padre, descubriéndonos su poder de darnos Vida eterna, y haciendo ver su deseo de que estemos con Él para siempre. Nuestra esperanza está antecedida por la esperanza de Dios, así como su Amor precede el nuestro. Ilusionémonos con el encuentro.