Apostolado



Semilla en Manos Llagadas

Así como el Padre celestial envía al mundo al Hijo, así el Hijo nos envía a nosotros. Apasionante tarea, que tendrá eficacia si la semilla se empapa en la Sangre del Redentor. Se trata de santificar alma por alma, llevándola a la plenitud de la vida cristiana. Somos portadores de esperanza y de inmortalidad, decía san Juan Pablo II.



Dar más

Jesús nos ha dado todo tipo de recursos: personales, sociales, económicos, culturales… y, ¿para qué? Para que salvemos almas. Renovar el planteamiento apostólico de nuestra vida, con vistas al año 2015. Cualquier recurso debe aplicarse a este bien esencial, que movía a compasión el Corazón de Jesús, y que dio su vida para eso.



Salven almas

Jesús llama a los doce para que colaboren con Él, y nos llama a nosotros para lo mismo. Somos portadores de un mensaje de salvación: aumentemos, pues, nuestro sentido de responsabilidad en la tarea de salvar almas. De mi tiempo y de mi espacio logro resultados de eternidad.