Apostolado




Colaborar con Jesús

“Un propietario salió al amanecer a contratar trabajadores para su viña…” Jesús nos propone colaborar en la extensión del Reino. ¿Cómo es mi celo apostólico? Debe iniciar por el “hambre de tratar al Maestro”, continuar con “la preocupación constante por las almas” y mantenerse sin desfallecer en el proyecto.

 

Anuncia al Salvador

En la memoria litúrgica de san Joaquín y santa Ana agradecemos que Dios haya querido ser uno de nuestra estirpe, en la cadena de las generaciones humanas. La salvación no viene de una idea o de una moral, sino de una Persona que debemos hacer presente. Anunciarla es el auténtico Evangelio y la obligación de todo cristiano.



Celo por las almas

“El Reino de los Cielos es semejante a un propietario que salió de madrugada a contratar trabajadores para su viña”. La viña es muy amada por el propietario: son las almas, precio de su Sangre. Valorar la invitación: es un honor trabajar en su viña, y debemos hacerlo con celo. La primera condición es el hambre de tratar al Maestro.