Pescador de hombres
Hermoso “montaje” que hizo Jesús para grabar hondamente en el alma de Pedro su misión de pescador de hombres. Los peces mueren al sacarlos del mar; los hombres encuentran la vida, rescatados de las fauces de Leviatán. El ansia por la salvación de los hombres es consecuencia de las virtudes teologales; en definitiva, de la santidad.
Semilla en Manos Llagadas
Así como el Padre celestial envía al mundo al Hijo, así el Hijo nos envía a nosotros. Apasionante tarea, que tendrá eficacia si la semilla se empapa en la Sangre del Redentor. Se trata de santificar alma por alma, llevándola a la plenitud de la vida cristiana. Somos portadores de esperanza y de inmortalidad, decía san Juan Pablo II.