Apostolado



El Reino es Él (apostolado) 

Jesús comienza, en tierras de Zabulón y Neftalí, su vida pública. Y lo que anuncia es el Reino: pide la conversión personal para ser capaces de recibirlo. Pero luego invita a colaborar con Él en la propagación de dicho Reino: nos hace ese honor. Tarea apasionante, y al mismo tiempo muy difícil: hace falta ser verdadero testigo de Aquel que anunciamos.



Apostolado desde el Corazón de Jesús

Jesús se compadecía de la muchedumbre porque estaban como ovejas extenuadas y desamparadas. Hoy, como ayer, nuestra fuerza vendrá de sintonizar con el Corazón de Jesús. Meditación de san Josemaría en la Legación de Honduras, en la que nos “metía” en ese Corazón.



Cuando sea levantado

Hemos de “levantar sobre la tierra” a Jesús, haciéndolo presente con nuestra propia vida. El secreto de la fecundidad apostólica es “la unión vital con Cristo”. No una unión meramente afectiva, intelectual o de equipo, sino una verdadera pertenencia y transformación. Porque el Señor, antes de enviar a predicar, hace que los suyos estén con Él.