Apostolado



Portadores de la llama de salvación

Jesús comienza predicando solo, pero pronto llama a quienes serían sus apóstoles, para hacerlos “pescadores de hombres”. La vocación cristiana es, por su misma naturaleza, vocación al apostolado. Ninguna otra tarea sobre la tierra es tan importante como la de salvar almas.



El valor de un alma

En el pasaje de los endemoniados de Gerasa, aprendemos de Jesús el valor de un alma. Vale más que los miles de cerdos que se precipitaron en el mar. No perdamos de vista que cualquier esfuerzo, cualquier gasto de dinero, son irrelevantes ante el mensaje de salvación que llevamos.



Urgencia en el apostolado

¿Tengo afán por la salvación de las almas? ¿Me desvivo por llevarlas a la gracia de Dios? Si no, quizá me falte fe en lo terrible del pecado, o en la eternidad del infierno. O en que soy instrumento, y que mi palabra es, al final, palabra de Jesús, pues voy en su nombre, atendiendo a su mandato.