Apostolado Eucarístico
La primera obligación de la criatura es la alabanza a Dios. Cuando actuamos “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” reconocemos a la Trinidad como principio y fin de todo cuanto existe. La contemplación de este misterio nos proporcionará el sentido de finitud de lo terreno y nos ilusionará con la inmersión eterna en el seno de Dios.
Oficio de pescador
Tantas y tantas almas que permanecen sumergidas en mares tenebrosos, alienadas. La red de Cristo, que nos ha confiado a cada uno. Puede volverlos al reino de la luz y de la vida. Las madres de familia trasmiten la fe, y es ahí, en la familia, donde se mantendrá no solo la fe, sino incluso el sentido común. Dolor de María por sus hijos que se pierden.