Adviento



Adventus Domini

¿Cómo vamos en Adviento? La actitud fundamental de este tiempo es la del corazón que espera. Jesús comparó a la gente de su tiempo con aquellos niños que no bailan cuando les tocan canciones alegres, y que no lloran si son canciones tristes (cf. Mt 11, 16-19). Que no tenga en nosotros ese desencanto, porque aprendimos a esperarlo, y a vivir con Él.



Adviento: prepararnos

El Buen Pastor viene a salvarnos. Pero lo antecede una larga preparación remota –Abraham, Moisés, los profetas- y una maravillosa preparación próxima: el Bautista y, ante todo, la Madre Inmaculada. Todas esas etapas nos invitan a prepararnos nosotros en algún aspecto para esta próxima Navidad.



Haz feliz a Jesús recibiéndolo en tu corazón

Ad-venire: la esencia de Dios es venir. Pero no se trata solo de saber que viene, sino de ir al encuentro. Él espera encontrar acogida en los corazones. Sin duda supondrá un dolor para el Amor no encontrar recibimiento. Se parece a los homeless, que tan tristes se encuentran al no tener un hogar. Démosle la alegría de recibirlo, evitando el ruido y la superficialidad.