Adviento



7 de diciembre

Lecciones de Adviento

La liturgia del segundo domingo de Adviento nos invita a mirar al Esperado con ánimo alto y alegre. Pide una nueva conversión, gracias a la cual elevemos nuestro corazón por encima de un modo rutinario y mediocre de tratar a Jesús. En Él está la clave interpretativa de nuestra existencia.



En todo, amar a Jesús.

Las lecturas del III domingo de Adviento (ciclo B) nos presentan a Juan el Bautista aclarando que él no es el Mesías. Coherente siempre, su vida está señalada por una completa orientación a Aquel que anuncia. Invitados también nosotros a esa coherencia, buscando en todo al Amado.



Silencio del corazón

“Nos es preciso reubicarnos de continuo, pues de continuo perdemos la dirección de nuestro caminar. Buscamos, como los Magos, al Rey de los judíos, a diferencia de Herodes, que perseguía un fin falso. Dirijamos paso a paso nuestro caminar en dirección a la estrella, teniendo como meta la identidad con el Corazón de Jesús.