Septiembre



26 de septiembre

Ama con el amor de Dios

“Ámense los unos a los otros como Yo los he amado”, dijo Jesús en el contexto de la Última Cena. ¿Cómo entender esta frase? Quizá por lo infinito de su amor, pero nos sería imposible. Quizá porque muramos por los demás… meta ardua. Pero quizá también porque nos enseña a amar con anterioridad a las bondades que quien amamos: nos ama como somos, pecadores, y entonces, con el amor que nos da, podremos amar sin esperar a que el prójimo sea perfecto.



27 de septiembre

Parábola de la vid y los sarmientos

Con la parábola de la vid y los sarmientos, Jesús nos explica quién es Él para nosotros y quiénes somos nosotros para Él. La savia que recorre vid y sarmientos es el Espíritu Santo, el Padre es el Viñador. Vid y sarmientos comparten la misma vida: nuestra unión con Cristo supera toda unidad imaginable. La gloria del Padre es que, en nuestra unión con Cristo, demos mucho fruto.



28 de septiembre

María, madre y educadora.

María es nuestra madre en el orden de la gracia. Y, como toda madre, no solo nos gesta y nos da a luz, sino también nos educa. Maestra ante todo en la intensidad del amor a su Hijo. De Ella hemos de aprender la finura de detalles, aprendiendo las lecciones que nos evitarán los modos bruscos y desconsiderados en nuestra vida de piedad.