Septiembre



2 de septiembre

Jesús es el Buen Pastor en quien te puedes abandonar

Jesús quiso que lo visualizáramos como pastor que conoce a sus ovejas y da su vida por ellas. La imagen tiene una larga tradición bíblica, pues Israel era un pueblo de pastores nómadas. La relación entre el pastor y sus ovejas era muy estrecha, pues transcurrían días y días en soledad. Ellas reconocen su voz y lo siguen; Jesús nos pide que sepamos responder a su voz y andar tras sus pasos. El salmo 23 -el Señor es mi Pastor- llena de consuelo el alma.



3 de septiembre

Haz que mi alma de Ti viva

Santo Tomás, cantor de la Eucaristía, tiene en el Adoro te devote su máxima creación. La estrofa quinta reza así: Oh memorial de la muerte del Señor / Pan vivo que da la vida al hombre / haz que mi alma de ti viva / y que siempre saboree tu dulzura. Mi cuerpo vive del alimento que le proporciono. Quiero que mi alma viva de la Eucaristía. Purificarme para no vivir de resentimientos, o de intereses egoístas. Erradicar lo que estorbe para que, luego de tantos años de recibir la Eucaristía, sea ella la que nos viva.



4 de septiembre

Deber de ser agradecidos

En la carta a los Colosenses, san Pablo enseña que los verdaderos cristianos permanecen siempre en acción de gracias. Obligación fundamental de la creatura con el Creador, del hijo con su padre, del que no tiene nada para con Aquel de quien ha recibido todo. La confianza en el Padre nos lleva a dar gracias siempre, también por las desgracias de la humanidad. Él sabrá sacar bienes de los males.