Septiembre



23 de septiembre

Corredimir

Si Jesús da su vida por las ovejas eso significará que ellas le importan mucho. ¿Por qué? Porque son imagen y semejanza de Dios, y le duele que el demonio destroce esa imagen de su Padre. Además, porque a Él también le duele no recibir correspondencia al amor que les ofrece. Y, por último, por el daño que se causan a sí mismas las ovejas. Jesús nos llama a corredimir con Él, tanto en el apostolado de la oración, como en el de penitencia, como en el de la acción.



24 de septiembre

Puerta para el Cielo

Nuestro deseo más hondo es alcanzar el Cielo. A María la llamamos “Puerta del cielo” porque con Ella Dios volvió a abrir la puerta del paraíso que permanecía cerrada desde el pecado de Adán y Eva. María es Inmaculada: a esa puerta nos encaminamos viviendo en gracia. María nos espera en la puerta del Cielo, porque es nuestra madre. Y a Ella le complacerá vernos más y más reflejando en nuestra vida sus modos.



25 de septiembre

Escucha y escribe

San Lucas refiere dos veces que María guardaba, conservaba en su corazón lo que sucedía. Gran ejemplo para nosotros, invitados a advertir la continua donación de gracias que recibimos de Dios. San Josemaría llevaba cuenta de la historia de esas intervenciones en sus catalinas. Sería una tarea humana y cristiana de provecho el que también nosotros lo hiciéramos.