Apostolado




Apostolado fruto del amor

El Señor llama a trabajar a su viña al amanecer, a media mañana, al medio día, a media tarde y al caer la tarde: nunca hay excusa. Pero se trata de llenarse de Él para poder comunicarlo. Portadores de Cristo, como el burrito que le sirvió de trono para tomar posesión de la ciudad santa.



Cumplir y luego enseñar

El que cumpla los mandamientos y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos (Mt 5, 17-19). Experimentando el amor de Dios seremos testigos creíbles de lo que luego prediquemos. La fecundidad del apostolado depende de la unión vital con Cristo. Dolor por las almas extraviadas. Conciencia de ser semilla empapada en la Sangre de Cristo.




Colaborar con Jesús

“Un propietario salió al amanecer a contratar trabajadores para su viña…” Jesús nos propone colaborar en la extensión del Reino. ¿Cómo es mi celo apostólico? Debe iniciar por el “hambre de tratar al Maestro”, continuar con “la preocupación constante por las almas” y mantenerse sin desfallecer en el proyecto.