Apostolado



Consecuencia del amor

“El apostolado es amor de Dios que se desborda”, decía san Josemaría (CQP, 122). Y el beato Álvaro: “Vale la pena buscar a Cristo. Si lo hacéis, lo encontraréis y, al hallarlo, os enamoraréis perdidamente, locamente de Él. Entonces seréis focos de luz, puntos de referencia para que otras gentes se acerquen al Señor”. Conclusión obligada: el apostolado es consecuencia del amor.



Que nadie muera

Jesús, ante los fariseos, pone de relieve la importancia de la persona. Summa lex, salus animarum (la ley suprema es la salvación de las almas). ¿Paso por encima de cualquier consideración, y de cualquier obstáculo, para salvar almas? Buscar el celo que ardía en el Corazón de Jesús.



Uno a uno

Jesús ya no está sobre la tierra, pero tú lo haces presente. A través de ti puede continuar dando cauce al ansia salvífica de su Corazón. En el Opus Dei, el modo propio es el apostolado de amistad y confidencia, por el que hemos de desvivirnos.