Apostolado



26 de marzo
Una gran luz

Jesús ofrece en su predicación “programas de vida”. Uno de ellos es: Velen y oren en todo tiempo… para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre”. Se trata, pues, de no dormirse, manteniéndonos en oración, y entonces tendremos el gozo y la paz del Espíritu Santo. Seremos mensajeros de alegría.



Cómo debe ser el apóstol

El papa Francisco invita a ser apóstoles cuidando tres características: la alegría, la coherencia y la oración. La alegría para evangelizar con todo nuestro ser, ya que la alegría es un arma propia del cristiano. La coherencia, porque si somos de Dios, no podemos ser mundanos. Y orar, porque la evangelización se hace de rodillas.



La raíz del apostolado

El Catecismo de la Iglesia enseña que la eficacia del apostolado depende de la “unión vital” con Cristo. No solo afectiva o mental, sino de comunión de vida. Por eso Jesús llamó a sus Apóstoles para que estuvieran con Él y enviarlos a predicar. Primero, llenarse de Cristo, para después hacerlo presente.