Humildad



La gloria solo pertenece a Dios

En sus controversias con los judíos, Jesús afirma claramente que no ha venido sino en nombre de Otro, de su Padre. Ellos, en cambio, no creen porque solo buscan gloria humana. Parecería que esa actitud resultaría una suerte de apostasía de la fe. Por eso, la humildad es “andar en verdad”, y el primer enemigo de nuestra santificación es el amor propio desordenado.



Humildad es anonadamiento

Aprended de mí –dice Jesús- que soy humilde. Pero, ¿es humilde el que se dice humilde? El padre Cantalamessa se hace esa pregunta, y también afirma que en muchas ocasiones parece que no lo es: se llama Maestro, no cede en sus planteamientos e incluso se iguala a Dios. Pero la explicación está, dice, en su anonadamiento, tal como explica la carta a los Filipenses. Y que se manifiesta en el lavatorio de pies, la Eucaristía y la Pasión. Busquemos el desposeimiento de yo y aprenderemos la humildad de Cristo. .



Olvido de sí

¿Cristianismo de supermercado? ¿Escoger algo que nos gusta y dejar en el anaquel lo que no nos apetece? Quizá dejamos en el anaquel las palabras de Jesús cuando se manifiesta exigente, totalizador, por ejemplo, al indicar que solo podemos seguirlo si nos negamos a nosotros mismos. El olvido de sí es un don que hemos de pedir y un ejercicio continuo para practicar.