Humildad



Humildad y conocimiento propio

Aprendan de Mí que soy manso y humilde de corazón y encontrarán descanso para sus almas. Jesús revela que el verdadero descanso proviene de la humildad, dejando que sea Dios quien conduzca nuestra vida. Aprovechar las humillaciones, sabiendo que Dios las envía precisamente para que crezcamos en humildad.



Humildad y rectitud de intención

Nuestro corazón es un campo de batalla. La disputa se plantea entre el amor a Dios y el amor propio. Vivir del amor de Cristo o de mi egolatría. No son compatibles: se anulan uno al otro. Señales que da san Alfonso María de Ligorio para advertir la intención recta en el actuar: no turbarse cuando no se alcanza lo que se buscaba, no buscar la aprobación o el agradecimiento de los demás, etc.



No extrañarnos de la cizaña

Mateo 13, 24-30: parábola del trigo y la cizaña. ¿Por qué no autoriza el dueño del campo que arranquen esa mala hierba? Tanto en el micro cosmos de nuestro corazón, como en el macro cosmos de la humanidad, Él deja crecer la cizaña. Y es que la tiene presupuestada para nuestra santidad, para nuestra humildad, para invitarnos a colaborar con Él en la obra de la Redención…