Caridad



Para servir, servir.

El Señor nos sorprende con lecciones que son el inverso del espíritu del mundo. En lugar de invitarnos a estar en los primeros puestos nos invita a los últimos. El mayor de todos es el que sirve. Un servicio que salga del corazón será un servicio alegre, incondicionado, universal y gratuito. El amor no se raciona.



Eucaristía y caridad

En el Santísimo Sacramento encontramos el ejemplo sublime de la caridad, tanto por su Presencia permanente como por el memorial de su sacrificio. Pero además porque nos hace un espíritu con Él, y entonces podemos amar con su Corazón. Ejemplos de santos sociales y eucarísticos: san Marín de Porres y la Madre Teresa de Calcuta.



Detalles de caridad

Los defectos de los apóstoles se suman unos a otros: faltos de fe, ambiciosos, cobardes, envidiosos… el Evangelio los consigna no solo para animarnos al descubrir los nuestros, sino también para hacernos ver que lo central no es carecer de ellos, sino el mandamiento de la caridad. Virtud infusa que cuenta con nuestro ejercicio en mil detalles prácticos.