Caridad



Amor que crea, redime y santifica

Reflejamos el Amor de Dios en lo propio de cada una de las Personas divinas: al Amor creador del Padre, el Amor redentor del Hijo, el Amor santificador del Espíritu Santo. Atacar la indiferencia, la condena, la rutina, para reflejar al Dios-Amor.



Generosidad: dar por dar

Una regla de la economía sobrenatural la revela Jesús en el contexto de la parábola de los talentos: Al que tiene, se le dará y abundará; y al que no tiene, aun eso poco que tiene le será quitado. Seamos generosos: nos maravillará la respuesta divina en la felicidad y la fecundidad que alcanzará nuestra existencia.



La estimación fomenta la caridad

Luego de lavar los pies a sus discípulos, Jesús les dice que deben amarse unos a otros como Él nos ha amado. Necesitamos el amor divino para cumplir el precepto de la caridad. Pero podemos ejercitarnos, de acuerdo a la enseñanza de santo Tomás, con la “estimación”, es decir, con la actitud de fijarnos ante todo en las cosas buenas de nuestros prójimos –y no en las malas.