Cruz



La cruz es descanso de mi vida

Jesús es el homo poenitens. Y nos invita a acompañarlo. Él necesita almas reparadoras, almas que hagan contrapeso al mal. Necesitamos valentía para acometer el camino de la cruz, pero los santos nos animan diciendo que lo difícil es el primer paso. A Dios le damos una pequeña obra de penitencia, y Él nos la devuelve en gracia. En ella descansan las ansias de amor: “seas bienvenida”, le decía santa Teresa a la Cruz.




Actitud ante la Cruz

Binomio inseparable: amor y cruz. ¿Encontramos el crecimiento del amor al Crucificado en cada dolor, en cada contrariedad, en las enfermedades, en los desprecios, en la pobreza? Para logarlo, la receta es orar. El binomio amor-cruz es condición de felicidad y de eficacia apostólica.


Teoría y práctica de la Cruz

Si meditamos la Pasión de Cristo, si contemplamos con devoción los misterios dolorosos, si rezamos el Via Crucis, si tenemos devoción a los crucifijos… estaremos mejor preparados para cuando Dios nos envíe una pena de mayor calado. Comprenderemos, de acuerdo a la doctrina paulina, que nuestra verdad de hijos y herederos con Cristo se dará… con tal que padezcamos juntamente con Él.