Cruz



Dolor salvífico

Me alegro en mis padecimientos y completo en mi carne lo que falta a la Pasión de Cristo, en beneficio de su Cuerpo, que es la Iglesia (Col 1, 24). El cristianismo es paradójico: encuentra alegría en el padecimiento y vida en la Pasión de Cristo. El dolor es salvífico (S. Juan Pablo II). Es el mediador insustituible para la salvación del mundo. Jesús se abraza a la cruz que ha de darle muerte.



Solo la Cruz de Cristo salva

El 3 mayo de 1938 la ciudad de Roma estaba llena de banderas nazis, porque Hitler fue recibido por Mussolini. El papa Pío XI prefirió ausentarse de la ciudad: era el día de la Cruz y se exhibía una cruz que no salva. “La Cruz es el escudo y el trofeo contra el demonio; el sello para que no nos alcance el ángel exterminador, el instrumento para levantar a los que yacen, el bastón de los débiles, la guía de los que se extravían…” (S. Juan Damasceno).



Frutos de la Cruz

Dos días al año, hoy y el 3 de mayo, se honra la Santa Cruz. Un signo del todo elocuente, que debemos saber interpretar. ¿Qué significa que una cruz se honre y se adorne? Que de ella se extraen enormes bienes: la vida divina y la eficacia del apostolado. En el fracaso está todo el poder ilimitado de Dios, porque el verdadero poder es el amor.