Espíritu Santo



El Espíritu Santo

Si Dios es misterio, la Persona del Espíritu Santo nos resulta aún más misteriosa. Pero gracias a Ella podemos saber más de Dios y también de nosotros mismos. La Trinidad es unidad gracias al Espíritu que une al Padre y al Hijo. Un amor del que nosotros, como imagen divina, participamos. Que se note su presencia por el fruto primero, el de la caridad.




Vivificador

Los Santos Padres comparan la acción del Espíritu Santo con el alma infundida en nuestro al cuerpo: lo vivifica. Descubrir dónde actúa Él, o dónde actúa el espíritu propio (naturalismo), el espíritu del mundo o el espíritu satánico. Sólo los que son movidos por el Espíritu son hijos de Dios.



Acción y frutos

Advirtamos y apreciemos cada vez con más hondura en invaluable regalo que nos consiguió Jesús de parte del Padre: el Don de la Persona divina que nos santifica. Recordemos los modos de atraer más su acción y de advertir sus frutos.