Espíritu Santo




Dador de vida

Título del Espíritu Santo: el Vivificador. No sólo la vida biológica, ni la vida psicológica, ni la vida moral, sino ante todo la Vida Sobrenatural. Puede quedarse en simiente aquella Vida, o puede desplegarse hasta cotas insospechadas. ¿Cómo lograrlo?



Don de consejo, espíritu de examen

El Espíritu Santo nos aconseja para discernir lo que es verdadero y bueno en el orden sobrenatural. Invocarlo: Espíritu Santo ilumíname; fuente de luz, alúmbrame. ¡Qué importante es saber si estamos o no agradando a Dios! Necesitamos de los consejos de lo alto, que vendrán en la oración serena, en la contemplación de la vida de Cristo, en los ejemplos de los santos y muchas veces también a través de otras personas.



La fuerza del Espíritu Creador

Veni Creator Spiritus… invoquemos al Espíritu Santo con este hermoso himno del siglo IX. Es una confesión de la necesidad que tenemos de Él, de sus dones, de su cercanía, de su protección contra el enemigo. Es el armonizador de nuestro caos mental, que lo convierte en cosmos, en belleza, en gloria de Dios. La docilidad a su acción lo atraerá más y más a nuestra alma.