Ven Espíritu de Jesús
¿Qué de bueno tendríamos nosotros para evitar el borbotón de las pasiones desordenadas que emergen del interior? Nada en realidad. ¿Cómo podemos plantearnos, entonces metas tan altas como la santidad? Porque Jesús nos ha obtenido el envío de “su” Espíritu, ni más ni menos. Y con Él, con ese poder y ese consuelo, lo podemos todo.