El Espíritu Santo nos es imprescindible
Como los Apóstoles, también nosotros no podemos salir al mundo para convertirlo si no somos llenados del Espíritu de Dios. Ayudemos a la suave acción interior del Espíritu Santo siendo reflexivos, evitando la precipitación. Detenernos, para captar qué nos quiere decir el Espíritu Santo, aunque aquello sea contrario a nuestra inclinación natural.