Amor a Dios



Amor unitivo

Los grandes misterios que nos presenta la Liturgia nos revelan el Amor de Dios que es enviado a nuestros corazones. El Amor unifica todas las rupturas que ocasionó el pecado. ¿Estamos totalmente inmersos en ese Amor, y nos abandonamos en él? Fuimos creados para recibir el amor y para dar el amor.





Luz de Dios, interna y externa

El profeta Isaías anuncia que una luz llegará sobre Jerusalén. Es clásica la asociación de la luz con el cielo y de las tinieblas con el infierno. Dios nos llena el alma con sus maravillas, con su grandeza, y debo saber descubrirlas. No vernos a nosotros mismos, ver a Dios, meternos a su Corazón para captar las luces intensísimas de lo divino.



Que tu alma viva de amor

Ojalá profundicemos en la enseñanza de san Pablo recogida en Romanos 5, 5: “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones”. Como si de un torrente se tratara, el Amor divino está siendo volcado en nosotros… de otra manera, no podríamos ni siquiera tener el primer momento de conversión hacia él. Pero… ¿es el amor la vida de mi alma?