Agosto



29 de agosto

María nos guía para tratar a Jesús

La atención a los detalles, la delicadeza, es característica del alma femenina. Por eso acudimos a María: que nos enseñe los modos finos para tratar a Jesús. Desde el ofrecimiento de obras hasta la Santa Misa, pasando por la comunión y la oración, Ella es nuestra educadora. Porque su maternidad no consiste tan solo en engendrarnos y darnos a luz, sino que incluye educarnos en la vida del espíritu.



30 de agosto

Qué dicen los santos sobre la Santa Misa

Los santos tienen experiencia de las cosas de Dios, por eso son faros de luz para nuestra propia vida espiritual. Atendamos sus enseñanzas sobre la Santa Misa, prodigio que siempre nos “quedará grande”. Textos de todas las épocas –santa Ángela de Foligno, san Francisco de Asís, san Ignacio de Loyola o san Juan Eudes– iluminan el prodigio en que cada día podemos participar.



31 de agosto

Dar la vida voluntariamente

“Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida… nadie me la quita, Yo la doy voluntariamente”. Jesús está perfectamente asimilado a la voluntad del Padre, desea llevarla hasta el final. El Padre nos amará si le damos voluntariamente, por amor, nuestra vida. No nos atemos con cadenas de hierro, sino con cadenas de Cristo. Entonces adquiere todo su sentido aquello que decía san Josemaría: “Porque me da la gana es la razón más sobrenatural”.