8 de agosto
Uno en Cristo en su Sangre
La parábola de los sarmientos unidos a la vid es enormemente profunda. Nos habla de que la permanencia en Cristo es unificadora y vital. La comparación con las vides nos remite al vino, que sería convertido en la Sangre de Cristo (pudo Jesús haber comparado la unión con el olivo y su fruto, pero no nos remitiría a la Eucaristía). El prodigio nos lleva al prodigio de sabernos Cristo.