Humanidad Santísima



Jesús es misericordioso

Cuando lees el Evangelio, ¿aprendes cómo es Jesús? ¿Qué tipo de sentimientos alberga su Corazón? Aparecen muy claros en el pasaje de la mujer pecadora que lava los pies de Jesús con sus lágrimas y las enjuga con sus cabellos. Él está abierto siempre a la misericordia, sin importarle nuestras faltas. Lo que realmente le importa a Jesús es nuestro amor.



Ver y oír a Jesús

Se puede tener ojos y no ver, tener oídos y no oír. Pero nosotros somos dichosos porque podemos hacerlo. A eso vamos a la oración: a verlo a Él, a oírlo a Él. Podemos no orar comunitariamente, y eso no será definitivo. Pero no podemos relegar lo insustituible, lo más propio de cada uno: el ser yo ante Él; que Él sea Él ante mí.



La Santísima Humanidad de Cristo es real

Una herejía de la antigüedad, el docetismo, negaba a Cristo la verdad de su humanidad. ¿No estaremos influidos por ella? Porque en ocasiones no aprovechamos esa Humanidad para que nos traslade a la divinidad. Hacer que nuestro amor a Jesús sea, además de "agápe" (amor racional, espiritual), sea también trato que nos lleve a meternos en su Corazón, conocer sus sentimientos (amor sensible).