Humanidad Santísima



Encuéntralo en todo

La Humanidad Santísima de Cristo es el medio por el que Dios nos salva. Inseparablemente unida a la Persona del Verbo, la gracia fluye a través de su Realidad sensible. Tocar, hablar, oír, hacer lodo con su saliva, imponer sus Manos… encuéntralo en los sacramentos, en la oración, en la naturaleza, en el dolor, en las demás personas… habitúate, enamórate.



Trato profundo y recogido

La Palabra de Dios –es decir, el Verbo– es una Palabra viva y eficaz, que penetra hasta las junturas y los tuétanos. Así debemos conseguir que sea nuestro trato con Jesús: personal, íntimo y recogido. Entonces viviremos firmemente asentados en una unión con Él, sin el riesgo de una vida interior superficial, aunque recemos.



Encuentra al Resucitado

El primer día de la semana, al amanecer, las santas mujeres fueron al sepulcro. El ángel les dice que ha resucitado; ellas vuelven y de regreso se lo encuentran. La piedra de toque de nuestra fe es la Resurrección de Cristo. La impugnan los racionalistas, y la impugnamos nosotros cuando no nos encontramos, en la vida diaria y de muchas maneras, a Jesús vivo.