Humildad



Que Él crezca y yo mengüe

En la Solemnidad del nacimiento del Bautista nos preguntamos si somos también cada uno de nosotros precursores de Jesús. Pero en el sentido fuerte: haciéndolo presente, porque nos hemos transformado en Él. “Haz que el fundamento de mi personalidad sea la identificación contigo”, podemos también pedir nosotros con el beato Álvaro.



23 de diciembre

El Nacimiento de Jesús es humildad

Los eventos de la vida de Jesús no son fruto de la casualidad, sino designios del Padre. Con ellos nos ilumina. Y encontramos una constante: la humildad, desde el nacimiento en Belén hasta la pasión y muerte. Con la perpetuación de la Eucaristía.



Zaqueo y la letanía de la humildad

Zaqueo, jefe de publicanos y rico, no tenía resuelta su ansia de felicidad. Sabe que la encontrará en Jesús, y no se detiene hasta encontrarse con Él. No le importan los respetos humanos, y tiene la alegría de recibir al Señor en su casa. Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes. La letanía de la humildad nos ayudará a que no se infiltren en nuestro interior los ataques permanentes de la soberbia.