Eternidad



Plenitud de intimidad con Dios

El Cielo es la plenitud de intimidad con Dios. Y empieza aquí en la tierra cuando tenemos esa intimidad. ¿La señal? Que la mayor felicidad sea permanecer con Jesús, cerca de Él, en continua unión de corazones. Enseñanza de don Álvaro: la oración es diálogo de enamorados que se aguarda con impaciencia y en la que no hay lugar para la desgana o las distracciones.



Las vírgenes necias descuidan la provisión de aceite

Parábola escatológica, que nos habla de cómo será el Reino de los Cielos. Estamos aguardando la venida de Cristo, como las vírgenes de la parábola, para entrar al banquete de bodas. Pero cuidemos la provisión de aceite, para no correr el riesgo de ser excluidos: ese aceite es el amor a Nuestro Señor Jesucristo, que determina el ingreso a la fiesta de la eternidad.



Ancianidad y muerte

“Haz que yo muera en un acto de perfecta caridad hacia Ti”. Esta oración define el modo de afrontar la muerte: como una meta hacia la cual caminamos y que nos impide “jubilarnos” en esta vida. Al paso del tiempo, crecer en el amor. Por eso la ancianidad debe ser el momento de más esplendor espiritual.