Eternidad




Más te vale entrar manco  

… más te vale entrar manco en el reino de los cielos que con tus dos manos ser arrojado al fuego del infierno… Serias advertencias de Nuestro Señor, que son una llamada apremiante a la vigilancia. ¿El peligro? El pecado, en todas sus variantes, así como las ocasiones de caer en pecado. Reconocernos pecadores, tener contrición verdadera y hacer apostolado de la confesión.



Noviembre: recuerda los Novísimos. 

Noviembre inicia con la conmemoración de los fieles difuntos, y en su liturgia de la palabra presenta, las últimas semanas, las profecías del Nuevo Testamento sobre el fin del mundo. Es la escatología personal y la universal. Nos ayuda a considerar las cosas con ojos de eternidad, y a “aprovechar el tiempo”, en su sentido profundo, como crecimiento en la gracia santificante.



Noviembre, mes de los novísimos. 

Noviembre es el mes de los difuntos. Además, en él concluye el Año Litúrgico y en las celebraciones eucarísticas se nos presentan las lecturas del fin de los tiempos. Estamos en otoño, en el declinar del año. Invitados, pues, a considerar que ya vivamos, ya muramos, del Señor somos (Rom 14, 8), y si vivimos así, la muerte no será sino un dulce tránsito.