Amor a Dios



Llena de amor

María es “icono purísimo de la Iglesia”. En Ella nos dice Dios cómo espera que seamos nosotros. En su alma, desde el primer instante, se da la plenitud de la vida de Cristo. Crezcamos nosotros en el amor, a través de la vida contemplativa.



No olvides el amor

¡Qué fácil es perder el sentido último de cuanto hacemos! Cada día habríamos de tener esa idea fundamental: en este día debo crecer en el amor. El primer mandamiento de la ley de Dios es absoluto, sin subterfugios. Es el amor el que le da sentido a cada uno de mis actos: tener cuidado, por tanto, de los enemigos que causan el olvido: la inconsideración, el egoísmo…



Amor especial de Dios

Salmo 8: ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él? Realmente no seríamos nada especial para Dios si no nos hubiera transformado en sus hijos con la infusión de la gracia santificante. Dios ama al alma “igualándola consigo”, dice san Juan de la Cruz. Un amor irresistible, porque ve en nosotros a su mismo Hijo. La filiación divina es fundamento del espíritu de Opus Dei, y lleva a la confianza en la Providencia y a la sencillez en el trato con Dios.