Adorar la Sagrada Eucaristía



Concédenos venerar los Sagrados Misterios

Santo Tomás compuso una oración muy empleada en la liturgia eucarística: en la comunión fuera de Misa, en las bendiciones con el Santísimo, etc. Pedimos en ella al Señor que nos haga la gracia de venerar los Misterios de su Cuerpo y de su Sangre de manera tal que experimentemos constantemente los frutos de la Redención. Porque toda la salvación viene de ese Misterio.



Corresponder y agradecer

Ante cualquier celebración eucarística, aunque sea cotidiana, siempre es preciso tomar conciencia de lo que se trata. Un prodigio que sintetiza la fe de la Iglesia, y que san Juan Pablo II invita a asumir con dos actitudes: la correspondencia (es decir, entregarnos como se entrega Jesús Sacramentado), y agradecimiento, haciendo que muchos tomen conciencia del don.



Eucaristía y don de entendimiento

Dios oculto: inconmensurable misterio de fe. “Haz que yo crea más y más en Ti”. Afirmamos nuestra de eucarística, pero necesitamos la penetración en esa verdad a través del don de entendimiento o inteligencia (intus-legere). ¿Qué nos hace descubrir? Por ejemplo, un corazón que palpita, una Sangre que me embriaga, un alma que me santifica. El nivel de profundización es inagotable.