Vida de oración



Velar, orar, alegrar

Jesús ofrece en su predicación “programas de vida”. Uno de ellos es: Velen y oren en todo tiempo… para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre”. Se trata, pues, de no dormirse, manteniéndonos en oración, y entonces tendremos el gozo y la paz del Espíritu Santo. Seremos mensajeros de alegría.



Conviene orar siempre

Hay actividades que no conviene “hacer siempre”, por ejemplo, siempre comer, siempre dormir, siempre reír, siempre llorar. En cambio, la Escritura nos dice que nos conviene estar siempre orando. Será que nos va muy mal cuando no lo hacemos. Orar de todas las maneras; fijémonos en una muy sencilla: la repetición incesante del nombre de Jesús.



Ejercicios de oración

Salva tu alma por encima de cualquier otra cosa. Un alma que ora no se condena, un alma que no ora, no necesita demonio para condenarse. Perdemos el tiempo si no somos almas de oración. ¿Cómo vivir hacia dentro, en la riqueza del alma?