Vida de oración



Ora siempre

Lucas recoge la invitación de Jesús a la oración continua. Es algo que debemos practicar siempre, incluso cuando nos parezca que es solo de boca, o que llevamos mucho tiempo sin recordar a Dios. Él sí espera siempre. Un modo muy sencillo: la repetición continua del nombre de Jesús, que trae gracia.



Oración continua

Imagen icónica: la de Jesús levantándose de madrugada para orar en lugares solitarios. Hemos sido creados para amar, hemos sido creados para orar. Nuestra oración es sobre todo oír, y hemos de estar en ella reconfortados, salir de ella muy contentos sabiendo que hemos estado con Quien más nos ama.



Orar con Jesús

A la mitad de la Cuaresma, advertimos una revelación clave: el hombre perfecto, Jesús, nos revela el homo orans. El hombre debe vivir sabiendo que Dios es su interlocutor, sin dejar que la duda de esa dicha lo corroa, pues Dios nos anhela y nos aguarda dentro del corazón.