Cruz


Amor y Cruz

Jesús anuncia que será entregado a la muerte, y los Apóstoles no lo entienden. Él se dirige voluntariamente a Jerusalén, para cumplir el proyecto del Padre. El amor se manifiesta en la entrega, en la cruz, en la capacidad de sufrir. También hoy Jesús espera de nosotros la manifestación de nuestro amor a través de la Cruz.



Alegría en la Cruz

El Señor se dirige a Jerusalén y les dice que ahí será entregado y muerto. Pero sus discípulos no entendieron nada. Tal visión contradecía la de un Mesías glorioso. Nosotros queremos entender la antinomia muerte-vida, dolor felicidad. Siempre es nuestra la libertad interior, y en la más dura prueba estamos invitados a descubrir un punto de luz.



No te olvides de la Cruz

El que quiera venir en pos de Mí, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y que me siga… (Mt 16, 24-36). No olvidemos la cruz, que es el camino de salvación. Las Profecías del Siervo de Yahvé nos ilustran maravillosamente: meditémoslas. Y hagamos lo mismo con la contemplación del Via Crucis y notaremos no solo el avance de nuestra vida interior sino también alegría y paz.