Espíritu Santo



Cuenta con el Espíritu Santo

Poco antes de irse a la derecha del Padre, Jesús pide a sus apóstoles que permanezcan en Jerusalén. Ellos obedecieron y permanecieron en oración, con María. Allí donde Dios nos ha puesto, obedeciendo y anhelando los bienes divinos, Dios nos enviará su Espíritu. Anhélalo, deséalo, porque es continuamente enviado por el Padre. Nos fortalecerá en nuestra natural debilidad.



Dócil al Espíritu

“Los que son movidos por el Espíritu, esos son hijos de Dios”. No basta la rica tradición de los escritores espirituales, ni siquiera el más experimentado director espiritual. La conducción del alma es obra principal del Espíritu Santo, y ella tiene que saber discernir sus voces. Hablar la mitad y oír el doble.



Espíritu de vida

La obra mesiánica no concluye con la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, sino que tiene su culminación en Pentecostés. ¿Sé contar con esta efusión que yo también recibo, y que me mueve sin cesar? Hay un gran movimiento de bien, de santidad, a lo largo y a lo ancho del mundo, producido por el Espíritu Santo. Detectar cuando estoy inmerso en él y cuándo no.