Cuenta con el Espíritu Santo
Poco antes de irse a la derecha del Padre, Jesús pide a sus apóstoles que permanezcan en Jerusalén. Ellos obedecieron y permanecieron en oración, con María. Allí donde Dios nos ha puesto, obedeciendo y anhelando los bienes divinos, Dios nos enviará su Espíritu. Anhélalo, deséalo, porque es continuamente enviado por el Padre. Nos fortalecerá en nuestra natural debilidad.