Eternidad



Piensa en los novísimos y no pecarás

Adagio escolástico de gran sabiduría: Piensa en los novísimos y no pecarás. Porque es una gran inconsciencia “estacionarse” en esta tierra, olvidando que todos caminamos a un destino final. Invitación a hacer rendir los talentos que Dios nos ha dado, comenzando por el talento del tiempo, en el que podemos crecer en el amor a Dios.



El caso del Buen Ladrón

La Teología escudriña la Revelación para obtener sus conclusiones, deseando conocer mejor cuanto Dios ha querido decirnos. El pasaje del Buen Ladrón es toda una pedagogía del más allá: Jesús juzga, Jesús recompensa, Jesús es el objeto de esa recompensa. Abrirnos a las palabras y a los gestos del Hijo de Dios para adelantar el momento de comparecer ante Él.



Morir para vivir

Jesús invita a saber perder la vida para en verdad ganarla. Porque existe el peligro de perderla para siempre, teniendo como resultante el fracaso absoluto de toda nuestra existencia. Viviendo la mortificación –perdiendo la vida- la aseguramos para la eternidad.