Apostolado



Jesús desea nuestra amistad

En el Evangelio de la Misa de hoy, miércoles de la tercera semana de Cuaresma, dice Jesús: el que cumpla y enseñe estos preceptos, será grande en el reino de los cielos. Y el primer precepto es el amor a Dios: debo, pues, primero, cumplirlo, hacerlo vida mía, y luego, enseñarlo. Comunicar a otros la amistad con Él, decía el papa Benedicto. Haciéndolo, estaremos destinados a un lugar grande en el Reino de los cielos.



Oficio de pescador

Tantas y tantas almas que permanecen sumergidas en mares tenebrosos, alienadas. La red de Cristo, que nos ha confiado a cada uno, puede volverlos al reino de la luz y de la vida. Las madres de familia trasmiten la fe, y es ahí, en la familia, donde se mantendrá no solo la fe, sino incluso el sentido común. Dolor de María por sus hijos que se pierden.



Salvar almas es la tarea

Jesús nos invita a ubicar el temor verdadero: el de la perdición del alma. No temamos a quienes matan el cuerpo, sino a quienes pueden enviar el alma y el cuerpo a la condenación eterna. ¿Por qué nosotros tenemos la conciencia de ese peligro, y tanta gente no la tiene? Eso supone una responsabilidad: hacer surgir en todos los hombres la conciencia de eternidad, el deseo de salvarse.