Toma, come; toma bebe.
Oigamos dirigidas a nosotros estas palabras: toma come, toma bebe. Nunca nos atreveríamos a hacerlo si no estuviéramos invitados. Acrecentar nuestra hambre y nuestra sed. "La mejor manera de descubrir si tenemos el amor de Dios es ver si amamos a nuestro prójimo", reeducando los deseos. Viviremos del Pan de Vida y gustaremos de sus inefables dulzuras.